10 Latidos es un juego diseñado por Hugo Jiménez (7 Pecados) con diseño gráfico de Lorena Gestido (Alien 51: El Ascensor) y publicado por Venatus Ediciones. En esta ocasión, tendremos que trabajar en equipo para salvar la vida a la víctima de un ataque al corazón
El Juego
10 Latidos es un juego de cartas cooperativo para 2 a 4 jugadores a partir de 10 años de edad y con partidas de 15 minutos de duración media. Un curioso filler en el que deberemos completar un puzzle siguiendo la secuencia de cartas correcta para evitar que nuestro paciente muera.
El Objetivo
Para ganar la partida deberemos conseguir una secuencia de 10 latidos perfectos sin ningún microinfarto. Para ello deberemos de usar correctamente el equipo médico y superar el estrés que genera esta situación de vida o muerte
Los Componentes
En una pequeña caja de 10×10 centímetros encontramos
- 30 cartas de latido
- 4 cartas de estrés
- 3 cartas de microinfarto
- 3 cartas de equipo
- 4 cartas de rol
- 4 cartas de ayuda
- Instrucciones
El juego se presenta en una caja pequeña que podemos llevar a cualquier lado. Es en la producción de las cartas donde encontramos una menor calidad que en un juego estándar, con un gramaje inferior y una capa de barniz, será necesario enfundarlas para alargar su vida útil.
La caja cuenta con un código QR donde podemos encontrar más información del juego y el tamaño de funda que necesitamos para las cartas
¿Cómo se juega a 10 latidos?
Preparación Inicial
Primero tenemos que preparar la zona de juego, para ello colocamos tres filas de cartas. En la primera fila se sitúan los tres microinfartos, debajo de ellos el equipo médico, compuesto por adrenalina, desfibrilador y oxígeno. Por último, tras barajar todas las cartas de latido, colocamos una carta boca arriba debajo de la adrenalina (La pila de descartes) y dos cartas, una boca abajo y otra boca arriba, debajo del oxígeno. El resto del mazo se coloca debajo del desfibrilador.
Las cartas de estrés se colocan a la izquierda de la fila de miocroinfartos, excepto en partidas a dos jugadores en la que no se utiliza la carta que nos impide usar cualquier equipo médico, repartimos dos cartas de latido a cada jugador, elegimos el jugador inicial (Aquel que tenga una onda P) y podemos comenzar a jugar
Desarrollo del juego
Antes de meternos con el cómo se juega, vamos a explicar las cartas de latido y las de equipo médico, fundamentales para conseguir nuestro objetivo.
Las cartas de latido
Cada latido correcto está formado por tres fases: una onda P, el complejo QRS y la onda T. Cada carta de latido representa una de estas fases. Además, cada carta de latido tiene un símbolo, negativo o positivo, que determina la onda a utilizar, por lo que en algunas situaciones a pesar de tener la carta adecuada tendremos también que usar el signo correcto.
El equipo médico
Los jugadores disponen de tres instrumentos como ayuda para salvar al paciente, la adrenalina, el desfibrilador y el oxígeno.
La adrenalina permite a un jugador intercambiar la pila superior del mazo de descartes por una carta de su mano o de la zona de juego. Sin embargo, las cartas intercambiadas deben ser del mismo tipo y distinto signo. La adrenalina solo puede usarse una vez por turno.
El oxígeno permite al jugador utilizar una de las cartas de oxígeno en lugar de una de su mano. Hay dos cargas de este elemento, cuando se use la primera (La carta boca arriba debajo de la carta de oxígeno) pondremos boca arriba la segunda y, cuando esta se utilice, el jugador tendrá que buscar más cargas como veremos próximamente en la secuencia de juego.
El desfibrilador nos permite cambiar cartas de microinfarto por cartas de latido de la mano. Este aparato debe cargarse y solo se puede usar cuando este al 50%, lo que nos permite retirar un microinfarto, o al 100% donde podremos eliminar dos. Además, podremos quitar cartas de estrés a nosotros o a un compañero.
La partida comienza con el jugador inicial comenzando la secuencia de latidos, aunque es posible que ningún jugador tuviese una onda P y la partida comience directamente con un microinfarto. A partir de ahí, el turno pasa al siguiente jugador
Un turno normal de 10 Latidos consta de dos fases, la fase de comprobación del equipo médico y la fase de latido
Fase de comprobación del equipo médico
En esta fase, si el oxígeno se ha agotado, el jugador activo podrá elegir salir de la sala y buscar una nueva botella. Colocará dos cartas del mazo de robo debajo del oxígeno y su turno terminará de inmediato
Fase de latido
En esta fase los jugadores podrán Estresarse: que consiste en descartar una carta de su mano y robar otra. Además, cogerán una carta de estrés que les impedirá utilizar cartas de equipo médico. Un jugador solo puede tener una carta de estrés. Utilizar el equipo médico: Nos permite maximizar nuestras opciones o preparar el turno para el siguiente jugador. Tras utilizarlo podremos jugar una carta de latido, salvo en el caso del oxígeno, donde terminaremos nuestro turno. Jugar una carta de latido: El jugador activo coloca una carta de latido de su mano, siempre que cumpla la secuencia correcta, después repondrá su mano hasta tener dos cartas. Cargar el desfibrilador: Si el jugador no abandonó la sala a por oxígeno y no lo uso en este turno, aumentará la carga del desfibrilador. En caso de no poder colocar una carta de latido, se pondrá una carta de micro infarto.
La partida terminará cuando se coloque la última carta de latido. En ese momento los jugadores tendrán un último turno para intentar eliminar los microinfartos que queden en el electrocardiograma. Si lo consiguen, habremos salvado al paciente, en caso contrario, habrá que bajarlo a la morgue.
El juego cuenta con diferentes niveles de dificultad, roles médicos para cada jugador y un modo con límite de tiempo para aumentar la dificultad de las partidas
Opinión
10 Latidos es un juego de reglas sencillas y turnos con lógica, por lo que la secuencia de juego es muy fácil de recordar. La temática es original y el reto que nos propone el juego se convierte en una experiencia adicción mucha rejugabilidad
El juego en si es básicamente la resolución de un puzle. Sin embargo, su autor, Hugo Jiménez, le da una serie de vueltas de tuerca que lo saca del típico rompecabezas. La premisa es mantener la misma secuencia de cartas durante toda la partida para poder ganar, cuando no se puede completar empezamos a sudar
La inclusión del equipo médico es todo un acierto que nos sacarán de muchos problemas, aquí es donde se ve el aspecto colaborativo del título. Es fundamental prestar atención a toda la partida y a nuestros compañeros ya que, no solo tendremos que tener en cuenta lo que podemos hacer nosotros, sino observar las posibilidades del resto de jugadores e intentar actuar en consecuencia.
Estos pequeños detalles influyen a la hora de salvar a nuestro paciente y muchas veces lo perderemos por no saber cuándo utilizar el equipo médico, más que por no tener la carta precisa.
Aunque las reglas sean sencillas y la mecánica se recuerde fácilmente, lo más probable es que perdamos las primeras partidas, lo que nos lleva a otra de las características claves del juego: Su adicción. La dificultad de conseguir el objetivo y la corta duración del juego, hará que nos piquemos e intentemos salvar la vida a nuestro paciente una y otra vez
10 Latidos cuenta con un importante factor de azar, pero eso favorece la rejugabilidad del título. Además, cuenta con diferentes modos de juego que aumentan la dificultad y hacen de cada partida un nuevo reto.
En cuanto a la producción, el trabajo de Lorena Gestido con las ilustraciones hace que nos centremos en la jugada y no nos distraigamos pensando que hace cada carta. Me parece un total acierto la presentación del juego en una caja minimalista, que se puede llevar a cualquier lado para disfrutar de una partida.
Entre los puntos negativos encontramos que el gramaje de las cartas no es muy alto y, como ocurre con muchos juegos cooperativos, el temido efecto líder puede aparecer. Con lo transportable que es el juego, se echa de menos una versión en solitario.
Venatus Ediciones ha acertado de pleno con 10 Latidos, presentando un juego original, rápido y sencillo. Su duración hace que podamos cortar en cualquier momento, aunque la adicción que provoca seguro que nos tendrá muchas horas en los quirófanos