Analizamos Dice Drivin, el juego publicado por Vorpalia Juegos tras una exitosa campaña en Kickstarter. Diseñado por Rodrigo González (Omertá, el poder de la mafia, No time for Heroes o Rookie Heroes) con ilustraciones de Ramses Bosque (Onus, Guerra de Mitos, 2GM Tactics)
Dice Drivin es un juego de cartas diseñado para 2-4 jugadores. Ambientado en las recreativas de carreras más ochenteras, el objetivo del juego es conducir nuestro coche a través de un circuito modular intentando llegar el primero y que el vehículo no se nos desmonte por el camino.
Dice Drivin. Dale, dale, dale, dale, dale…..
En este análisis veremos los principales componentes del juego. (Uno de los puntos flojos del juego por el gramaje de las cartas. Además veremos las instrucciones, los marcadores y los dados personalizados.) El desarrollo de la partida. (Que puede resumirse en un continuo “dale, dale, dale” mientras hacemos Brum, Brum a la vez que tiramos los dados) Las judiadas que podemos hacer (Muchas, cerrar al contrario, obligarle a maniobrar, forzarle a realizar adelantamientos imposibles o colocarnos a su lado amenazándole con recibir un “toque” y nuestra opinión. Todo esto lo podréis encontrar en nuestra crítica del juego al que podéis acceder, como siempre, pinchando en la imagen.
Dice Drivin es un juego rápido, aunque la duración puede variarse dependiendo de las cartas que integren el circuito. La gestión de los dados, la decisión de forzar la suerte y el uso de las cartas de acción lo hacen mucho más estratégico de lo que puede parecer a simple vista. El juego tiene una alta rejugabilidad, gracias a su modulabilidad, los distintos modos de juego y las reglas avanzadas. La flexibilidad del juego hace que incluso niños de 6 años puedan jugarlo, adaptando un poquito algunas reglas.
Dice Drivin se puede jugar en cualquier parte y en cualquier momento. Es un título ideal para desengrasar entre partidas o para esperar a los jugadores tardones. Nuestros agradecimientos van para Rod y Vorpalia Juegos, por cedernos amablemente una copia del juego y a la abuela Chelo, que nos ha dejado el mantel de tomar el té para hacer las fotos. (Que queréis que os diga, el tapete se nos ha roto….)